Resumen:
Las ciudades patrimonio de la humanidad en México han sufrido hondas transformaciones en los últimos años, ante estos cambios es necesario revitalizarlas, evitando una transformación radical inducida por procesos sociales contemporáneos que afectaría la calidad de la imagen urbana de dichas ciudades.
La actual forma de la ciudad no es el resultado de un proyecto único, más bien es la respuesta de una reconstrucción permanente de la ciudad sobre sí misma a lo largo de toda su historia, por superposición, acumulación, desaparición y substitución (Azevedo, 2003). He aquí la importancia de revitalizarla.